Tratamientos periódicos con flúor
Según el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial, la caries dental es la enfermedad crónica infantil más común. Más del 50 por ciento de los niños de 5 a 9 años tienen al menos una caries o empaste, con esa proporción aumentando al 78 por ciento entre los adolescentes de 17 años. Además, más de 51 millones de horas escolares se pierden cada año debido a enfermedades relacionadas con la salud dental.
Como un nivel adicional de protección contra la caries dental, se recomienda que los niños reciban tratamientos de flúor periódicos como parte de un programa de atención dental preventiva. El flúor es un mineral que ocurre de manera natural y ayuda a prevenir caries haciendo que el esmalte duro exterior de los dientes sea más resistente a los ácidos producidos por las bacterias nocivas que procesan azúcar en la placa dental. También puede ayudar a remineralizar los dientes para revertir la caries incipiente.
Durante una visita de revisión periódica, el dentista puede recomendar la aplicación de un flúor tópico para ayudar a fortalecer y proteger tanto los dientes de leche de un niño como los permanentes. Los fluoruros tópicos se pueden aplicar en forma de espuma, gel o barniz. Cualquiera sea el tipo seleccionado, el procedimiento es rápido e indoloro. Una vez que los dientes están limpios, el flúor se pinta simplemente sobre las superficies de los dientes o se coloca en una pequeña bandeja para que se asiente sobre los dientes durante un breve período de tiempo. Algunos tipos de tratamiento con flúor requieren no comer ni beber durante media hora mientras el flúor se absorbe en la superficie de los dientes. El dentista y el higienista dental proporcionarán instrucciones específicas y detalladas según sea necesario.
El tratamiento con flúor también puede estar indicado en adultos que están en mayor riesgo de desarrollar caries dental.